45′ Para un Orador.

John Cage en una de sus conferencias sobre música y composición.  (Siemple salvando su estructura)

45′ PARA UN ORADOR

 

Las priviegiadas notas

restantes se disponen en

modos o escalas u hoy en día en series

y comienza un proceso abstracto denominado

composición. Expresar una idea.

 

La única estructura

que permite la actividad natural es tan

flexible que no es estructura; escribo

para escuchar; nunca escucho y entonces

escribo lo que escucho. La inspiración no es

un acontecimiento especial.

 

Después de estudiar

música los hombres son hombres y los sonidos

son sonidos. Y sustraigan; es decir, al

principio podemos

oir

un sonido

y decir

 

 

 

En la situación directa; es

 

Si no nos gusta podemos

elegir

evitarlo

pero lo que

el silencio requiere no es eso.

 

Lo que pienso & lo que siento pueden

ser mi inspiración pero también un

par de anteojeras. Para ver tenemos que ir

más allá de la imaginación y para ello

tenemos que quedarnos absolutamente quietos como si estuvieramos

en medio de un salto.

(…)

No perturbaré con mi preocupación la estructura de nada

que vaya a actuar;

actuar es un milagro y necesita que todos mis yos

se quiten de en medio. Un error es sólo una

incapacidad para adaptarse inmediatamente desde una idea preconcebida

a una realidad.

 

Sin embargo, se me ocurre

algo más que decir sobre

la estructura.

Concretamente esto:

Estamos ahora

en el principio.

 

O no

Y no es

un ser humano o algo

 

que mirar; es agudo o grave-

tiene un cierto timbre y volumen,

tiene cierta longitud en el tiempo.

 

Fin

Es necesario ver que no solamente hay una profunda

distinción que hacer entre componer y escuchar

sino que aunque todas las cosas son diferentes no

son sus diferencias lo que debe importarnos

sino más bien su unicidad y su infinito

juego de interpretaciones consigo mismas y con

nosotros.

 

 

(Textos de trabajo en nuestros entrenamientos de voz)

 

Nichi Nichi Kore Ko Nichi: Todos los días son días hermosos.

III. Comunicación.

 

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Nichi Nichi Kore Ko Nichi: Todos los días son días hermosos.

 

 

¿Qué pasa si hago treinta y dos preguntas?

¿Qué pasa si dejo de preguntar de vez en cuando?

¿Aclarara eso las cosas?

¿Es la comunicación algo claro?

¿Qué es la comunicación?

La música, ¿qué comunica?

Lo que esta claro para mí, ¿está claro para ustedes?

¿Consiste la música solamente en sonido?

Entonces, ¿qué comunica?

¿Es música un camión que pasa?

Si lo puedo ver, ¿tengo que oírlo también?

Si no lo oigo, ¿aún comunica?

Si mientras lo veo no lo oigo, pero oigo otra cosa, por ejemplo, un batidor de huevos, pues estoy en el interior mirando hacia fuera, ¿cuál de ellos comunica, el camión o el batidor de huevos?

¿Qué es más musical, un camión que pasa por delante de una fábrica o un camión que pasa por delante de una escuela de música?

¿Es musical la gente que está dentro de la escuela y no musical la que está fuera?

¿Y si los que están dentro no pudieran oír muy bien, cambiaría eso mi pregunta?

¿Saben a lo que me refiero cuando digo dentro de la escuela?

¿Son los sonidos simplemente sonidos o son Beethoven?

Las personas no son sonidos, ¿verdad?

¿Existe de verdad el silencio?

Incluso si me aparto de la gente, ¿aún tengo que escuchar algo?

Digamos que estoy en el bosque, ¿tengo que escuchar el borboteo de un arroyo?

¿Hay siempre algo que oír, no hay nunca paz y silencio?

Si mi cabeza está llena de armonía, melodía y ritmo, ¿qué me pasa cuando suena el teléfono, que le pasa a mi paz y silencio, quiero decir?

Y si eran armonía, melodía y ritmos europeos lo que había en mi cabeza, ¿qué le ha sucedido a la historia de, por ejemplo, la música javanesa, con respecto a mi cabeza, claro?

¿Llegamos alguna parta haciendo preguntas?

¿A dónde vamos?

¿Es esta la vigésimo octava pregunta?

¿Hay preguntas importantes?

“¿Cómo debe procederse cautelosamente en términos dualistas?”

¿Me preguntas otras dos preguntas?

Y, ahora, ¿no me queda ninguna?

Ahora que he hecho treinta y dos preguntas, ¿puedo preguntar cuarenta y cuatro más?

Puedo,  pero ¿me dan permiso?

¿Por qué tengo que seguir haciendo preguntas?

¿Hay alguna razonamiento detrás de preguntar por qué?

¿Preguntaría por qué si las preguntas no fueran palabras, sino sonidos?

Si las palabras son sonidos, ¿son musicales o simplemente ruidos?

Si los sonidos son ruidos, pero no palabras, ¿son significativos?

¿Son musicales?

Digamos que hay dos sonidos y dos personas, y uno de cada pareja es hermoso, ¿hay alguna comunicación entre los cuatro?

Y si hay reglas, ¿quién las ha establecido, pregunto?

Quiero decir, ¿hay un comienzo, y si es así, dónde acaba?

¿Qué nos sucederá si tenemos que estar en un lugar donde no hay belleza?

Puesto que los sonidos se producen en el tiempo, ¿qué le sucederá a nuestra experiencia auditiva, a la de ustedes, a la mía, a nuestros oídos, a la audición, qué sucederá si los sonidos hermosos cesan en algún momento y los únicos sonidos que podemos oír son feos, qué nos sucederá?

¿seríamos alguna vez capaces de llegar a pensar que los sonidos feos son hermosos?

Si abandonamos la belleza, ¿qué nos queda?

¿Tenemos la verdad?

¿Tenemos la religión?

¿Tenemos una mitología?

¿Sabríamos qué hacer con ella si la tuviéramos?

¿Tenemos un modo de hacer dinero?

Y si se hace dinero, ¿se gastará en música?

Si Rusia gasta sesenta millones en la Expo Mundial de Bruselas, gran parte de ellos en música y danza, y Estados Unidos gasta una décima parte de esa cantidad, unos seis millones, ¿quiere decir que sólo uno de cada diez estadounidenses es tan musical y amante de la cinestesia como todos los rusos juntos?

Si dejamos de lado el dinero, ¿qué nos queda?

Ya que aún no hemos renunciado a la verdad, ¿dónde iremos a buscarla?

¿Dijimos que no íbamos o simplemente preguntamos a dónde íbamos?

Si no dijimos que no íbamos, ¿por qué no fuimos?

Si tuviéramos algo de sentido común, ¿no sabríamos la verdad en vez de tener que ir buscándola por ahí?

¿De qué otra forma podríamos, como suele decirse, beber un vaso de agua?

Conocemos, ¿verdad?, la religión, la mitología, la filosofía y la metafísica de los demás de cabo a rabo, así pues, ¿qué necesidad tendríamos de una propia si la tuviéramos? Pero no la tenemos, ¿verdad?

Y música, ¿tenemos música?

¿No sería mejor que abandonáramos la música también?

¿Entonces qué tendríamos?

¿Jazz?

¿Qué queda?

¿Quieres decir que es un juego sin sentido?

¿Es eso de lo que se trata cuando nos levantamos y escuchamos el primer sonido de la mañana?

¿Es posible que pueda seguir siempre haciendo monótonamente preguntas?

¿Tendría que saber cuántas preguntas iba a hacer?

¿Tendría que saber contar para poder hacer preguntas?

¿Tengo que saber dónde parar?

¿Es esta la única oportunidad que tenemos de estar vivos y hacer una pregunta?

¿Cuánto tiempo podremos estar vivos?

 

Silencio.  John Cage.